15 abr 2011

Crucifixum en azul


Ayer me puse a pensar en la Semana Santa y de repente me vino la inspiración y el deseo de pintar a Cristo en la Cruz.
Es la primera vez en mi vida que me atrevo a hacerlo movida por algo que me resulta difícil explicar.
Creo que algo más que mi mente guiaba mi mano cuando lo estaba pintando...

Sobre un fondo negro puse una mancha azul alargada que, poco a poco, pincelada a pincelada, fue tomando la forma del  crucificado. El mismo fondo me servía para trazar los rasgos, los nervios, la musculatura.
El rostro fue lo que me llevó más tiempo.


Aunque parezca extraño,  no tuve que rectificar nada.

Una vez concluida la figura de Cristo, le puse la corona de espinas y los clavos. Luego tomé un rojo intenso para la sangre manando abundante de sus heridas.
Aparte, pinté la cruz y, una vez terminada, coloqué al crucificado sobre ella y le di volumen y sombras.
Lo último que hice fue poner el rótulo latino I.N.R.I  en la Cruz con unos clavos.

Hice varias versiones, con distintas luces, fondos y tonos.

Mi Cristo es azul porque he querido destacar el color de la cianosis por la falta de oxígeno en la sangre, porque es el color del Cielo y porque significa Paz.
Mi Cristo está desnudo porque creo que quiso morir despojado de todo, absolutamente de todo.
Dos gruesas lágrimas, dos perlas divinas, resbalan por sus mejillas.

El boceto original

- Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.
Gracias, Señor, por amarnos tanto, por amarnos infinitamente, eternamente, con ese Amor tan grande con el que nadie nos ha amado ni nos amará jamás.

- De cierto te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso.
Gracias por perdonar nuestros pecados con tu infinita misericordia como perdonaste al buen ladrón que puso su confianza en Ti en el último momento.

- Mujer, ahí tienes a tu hijo.
  Juan, ahí tienes a tu madre.
Gracias por dejarnos a María como Madre espiritual, ¡qué hermoso regalo!

- Eli Eli lama sabachthani - Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? -
Muchas veces le preguntamos a Dios, como Tú lo hiciste como hombre que eras también, y no encontramos respuesta..., ¡ah!, ese silencio de Dios.
No entenderemos este silencio divino hasta que sepamos que de ese silencio nace la Resurrección.
Gracias por no abandonarnos, aunque no te sintamos cerca, aunque no escuchemos tu voz, aunque creamos que estamos solos.

- Tengo sed.
Tenías tanta sed, Jesús, tanta sed..., pero tu sed no era sólo fisiológica, sino también espiritual, como cuando le pediste agua a la Samaritana y le dijiste:  "si bebes del agua que Yo te daré, no volverás a tener sed".
Gracias por saciar nuestra sed con la Tuya en la Cruz.

- Todo está consumado.
Gracias por consumar tu misión redentora, por cumplir la voluntad del Padre.
Ayúdanos a imitarte obedeciendo los mandamientos de Dios, especialmente ese que dice Amaos los unos a los otros como Yo os he amado.

- Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Confiaste tu vida a las manos bondadosas de Dios.
Ya sólo te quedaba morir para dejar de sufrir y gozar de la Vida eterna.
Gracias por ofrecer tu Vida por nuestra salvación.

GRACIAS por tu AMOR.


Tres maravillosos sonetos en castellano a Cristo crucificado:

No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.


  ¡Tú me mueves, Señor!  Muéveme el verte      
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.

  Muéveme en fin, tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,       
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

  No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.



Muere la vida, y vivo yo sin vida,
ofendiendo la vida de mi muerte,
sangre divina de las venas vierte,
y mi diamante su dureza olvida.

Está la majestad de Dios tendida
en una dura cruz, y yo de suerte
que soy de sus dolores el más fuerte,
y de su cuerpo la mayor herida.

¡Oh duro corazón de mármol frío!,
¿tiene tu Dios abierto el lado izquierdo,
y no te vuelves un copioso río?

Morir por él será divino acuerdo,
mas eres tú mi vida, Cristo mío,
y como no la tengo, no la pierdo.

~ Lope de Vega ~


Tú me ofreces la vida con tu muerte
y esa vida sin Ti yo no la quiero;
porque lo que yo espero, y desespero,
es otra vida en la que pueda verte.

Tú crees en mí. Yo a Ti, para creerte,
tendría que morirme lo primero;
morir en Ti, porque si en Ti no muero
no podría encontrarme sin perderte.


Que de tanto temer que te he perdido,
al cabo, ya no sé qué estoy temiendo:
porque de Ti y de mí me siento huido.


Mas con tanto dolor, que estoy sintiendo,
por ese amor con el que me has herido,
que vivo en Ti cuando me estoy muriendo.

~ José Bergamín ~

Recordando las Procesiones de Semana Santa, se me ocurrió después pintar un paso rodeado de nazarenos y una mujer tocada con peineta y mantilla presenciándola.
Es noche cerrada.
Azul, rojo y púrpura a la luz de los cirios que llevan los nazarenos y de la luna menguante.
He cambiado la cruz que aquí aparece distorsionada para darle más dramatismo.





~ Anónimo ~

8 comentarios:

The Unknowngnome dijo...

GRACIAS por tu AMOR.

Doña Eñe dijo...

Para mi Gnomie, the Unknowngnome:
I can´t help loving you, my Gnomie.
Thanks for loving me.
♥♥♥

Edelia's Club dijo...

Doña Eñe, me has emocionado con tus pinturas, tus comentarios y esos sonetos.
¿Quién guiaba tu mano cuando plasmabas esos trazos desgarrados del Cristo Azul?
Gracias por esa aportación tan oportuna en la Semana Santa,época de gran significado para los que pretendemos ser seguidores de Cristo.
Un abrazo, amiga.

Doña Eñe dijo...

Para Edelia:
Gracias por tu hermoso comentario, amiga.
¿Quién guiaba mi mano...? Sólo sé que yo sola no hubiera podido pintar este Cristo azul. Tal vez es azul porque la inspiración vino del Cielo. A veces, sólo hay que escuchar y dejarse llevar por una voz que nos susurra en medio del silencio.
Un afectuoso abrazo, Edelia, y gracias por visitarme.
:-)

Clarissa Rodriguez dijo...

Doña Eñe, a medida que te voy conociendo crece mi admiración por ti y tus obras. Especialmente me impresiona tu gran sensibilidad; ya sea con el pincel o con la pluma, logras emocionar.
Aquellos versos de "No me mueve, Mi Dios, para quererte" son una verdadera oración, muy íntima pero también muy universal.
Gracias por compartir tu trabajo en este espacio tan amable.

Un abrazo!

Doña Eñe dijo...

Para Clarissa:
Gracias por tu generoso comentario y por visitarme.
Un abrazo.
:-)

Toyin O. dijo...

I am so grateful for the cross of Jesus and what it means to my life; thanks for sharing:)

Doña Eñe dijo...

To Toyin:
Thanks for visiting & for your nice comment.
A hug.
:-)