6 ene 2012

Los Reyes Magos


Mami,
nada de lo que pedí
me lo han echado los Reyes
porque pedí ser feliz
y me han echado juguetes.

No pedí lindos vestidos
ni un peluche parlanchín;
no pedí dulces, ni libros,
ni un perrito saltarín.

Pedí que en mi hogar reinara
la alegría y la ilusión,
que nadie me regañara
por no saber la lección.

Pedí ver a mi papá
todos los días del año,
no sólo por Navidad
como si fuera un extraño.

Al rey Melchor le pedí
que tú estuvieras en casa
siempre cerquita de mí:
me dejas con la muchacha.

Cuando nací me enviaste
a una cara guardería.
Del trabajo vuelves tarde
y, a veces, ya estoy dormida.

No quisiste darme el pecho,
otra me dio el biberón...
¿Por qué me trajiste al mundo
si sólo te escucho "adiós"?

Al rey Gaspar le pedí
comer toda la semana
no en el cole, sino aquí,
la rica comida que hagas.

A Baltasar le pedí
que nadie más me pegara,
que papá volviera, sí,
y me arropara en la cama.

En mi carta no pedía
ningún costoso regalo;
si los Reyes lo sabían,
¿por qué no me han hecho caso...?

Fui buena, estudié bastante
y ahora veo con tristeza
que esto que tengo delante
puede comprarse en las tiendas.

De mayor diré mentiras
como todos los mayores;
ahora soy muy pequeñina,
mi alegría no me robes.

¿Dónde está ese hermanito
que crecía en tu interior?
Ahora jugaría conmigo,
¿paró Dios su corazón?

"No mientas, hija" - me dices -
"no debes nunca engañar",
pero...a veces me castigas
cuando digo la verdad.

Tú sólo quieres ser libre,
no estar en casa, salir,
ser mujer pero no madre
cuando piensas sólo en ti.

Yo quiero ser tu muñeca
y tú mi reina serás,
hazme caso, ten paciencia,
no me des gritos, mamá.

Cuéntame cuentos de noche
para que no tenga miedo,
cántame lindas canciones
y cómeme con tus besos.

Yo prefiero estar contigo
a tener mucho dinero;
los niños sí somos sabios:
sólo de amor entendemos.

Mami...,
los Reyes se han olvidado
de que no quiero juguetes...


El niño Jesús estaba
con San José y María:
feliz en pobre morada
en su Sagrada Familia.


2 comentarios:

Mari Carmen dijo...

Doña Eñe cielo, no sabes de qué forma me ha emocionado el poema.
Pensamos que los niños son más felices porque en un día especial se les colme de regalos, cuando su mayor felicidad es poder disfrutar de sus padres y tener su atención y sobre todo amor, pero no sólo en días como el de hoy, sino durante todo el año. Nos olvidamos de lo que ellos necesitan para atender nuestras propias necesidades, queremos comprar su amor dándoles infinidad de cosas, y muchas de ellas innecesarias, cuando lo único que nos piden es un poco de atención y que les demos el amor que todo niño necesita. Con respecto a lo de las mentiras ¿qué decir? nos contradecimos a nosotros mismos. Por un lado se les dice que no han de mentir, pero por el otro se les castiga si dicen la verdad en según qué cosas, y ¿por qué? porque a nosotros no nos interesa que se sepan por diversos motivos. No nos damos cuenta lo que llegamos a perjudicarles con la actitudes que tomamos y las cosas que hacemos. Son ellos los que sí entienden la incondicionalidad del amor. Es a nosotros a quienes nos falta aprender mucho sobre ello.
Un fuerte abrazo cielo y gracias por lo precioso y emotivo que has publicado.

Doña Eñe dijo...

> Mari Carmen
Gracias por tu extenso y precioso comentario.
Todos los días le doy gracias a Dios por mis padres, pero muchos niños de ahora no tienen tanta suerte como tuve yo.
Un fuerte abrazo.
:)