Los atardeceres son aún más hermosos en verano
porque prolongan la luz de las tímidas horas.
Se va haciendo de noche tan lentamente
que la oscuridad no nos sorprende;
nos va envolviendo sutilmente,
como cuando una madre adormece a su hijo
amorosamente entre sus brazos...
Hoy la temperatura afuera era tan agradable
que no se notaba,
una caricia imperceptible,
un beso soñado.
Aquí en la montaña se escucha el silencio...
Los perros, las gallinas y las vacas ya duermen.
El vecino terminó de picar su dalle.
Los pájaros descansan entre las ramas
y en sus nidos.
Todavía no revolotean los murciélagos
alrededor del porche.
Estuve paseando para desintoxicarme
de tanta mala noticia,
harta de escuchar hablar de la prima de riesgo,
de los índices bursátiles,
de escuchar a los políticos intentando
explicar lo inexplicable,
siempre lo mismo,
un día tras otro,
escuchando mentiras que tranquilizan a los tontos
y
verdades a medias que asustan a casi todos.
Aquí en la montaña
la crisis se vive y se ve desde otra perspectiva,
como si fuera menos con nosotros,
pero sabemos que las plagas se extienden
y
llegan a los rincones más insospechados.
En estos tiempos malos
algunas personas se han dado cuenta
de que han caído en el engaño del falso progreso,
¿demasiado tarde...?
Ese becerro de oro, tan brillante,
tan falso como las falsas promesas
6 comentarios:
El atardecer, ese pequeño momento entre el día y la noche siempre tiene algo especial. Consiente o inconscientemente nos preparamos para el descanso. El ritmo urbano decae y en la montaña se hace el silencio.
Doña Eñe, preciosa tu descripción poética de un lugar que "se siente" cercano al paraíso.
Un gran abrazo, querida amiga
Doña Eñe, me ha gustado mucho.
> Clarissa
Gracias, amiga.
El atardecer suele ser el preludio del descanso para la mayoría de la gente.
Para mí, la noche es el momento idóneo para trabajar. No sé, debe ser la tensión, que por la mañana me tiene derrumbada, inactiva.
Un abrazo.
> Misisdolly78
Me alegro mucho de que te haya gustado.
Gracias por tu visita y tus palabras.
¡Feliz domingo!
:)
Qué magnífica tu descripción. Me pregunto: ¿El atardecer es poesía o poesía eres tú?
Yo he huido de Valencia y de su insoportable calor veraniego. Me he venido a la provincia de Teruel a mi casa de verano que está a 1200 m. de altura y donde se disfruta de fresquito, de silencio, de quietud, de paz.... También de atardeceres preciosos y que,aunque me encanta contemplarlos, no llego a escribir cosas tan bellas como tú.
De momento, y lejos del mundanal ruido, vivo muy relajada y feliz.
Un abrazo y sigue escribiendo que lo haces muy "requetebién".
> Edelia
Amiga, me alegro de que estés en tu casa de verano, tranquila, lejos del calor y feliz. Disfruta todo lo que puedas.
Valencia es preciosa, preciosísima, pero el calor en verano y, sobre todo, la humedad, el bochorno, son difíciles de soportar.
Yo pasé un mes de agosto en Mareny Blau, una playa muy bonita, y sólo estaba bien dentro del agua.
Tengo ganas de conocer Teruel, que "existe", ¡ya lo creo!
Gracias por tu visita y un abrazo, amiga.
:)
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