14 dic 2012

A cámara lenta

A cámara lenta quiero revivir
los buenos momentos que me dio la vida.
A cámara lenta... a cámara lenta...
a ese ritmo blando de un tiempo sereno gozando la siesta. 

El primer aliento que precede a un beso,
tímida caricia que rozó mi pecho,
a cámara lenta...a cámara lenta,
sintiendo acercarse sus cálidos labios a mi boca trémula, 
despacio...despacio...,
a ritmo de tango en nubes etéreas.

Ese abrazo tierno que cambió mi mundo,
la mano confiada que en la mía tiembla
aquella mañana de brisa tan gélida,
la mano de un ángel, mi niña pequeña.
A cámara lenta...a cámara lenta...
como muere la encendida llama derritiendo la cera. 

El vuelo del pájaro surcando mi cielo en la primavera,
volando los sueños cual raudas cometas.
Saborear con calma aquel pan moreno,
crujiendo en mi boca su dura corteza,
la miga tan blanca mojada en la leche recién ordeñada, 
caliente de soles de otoño y pastadas vacas.
A cámara lenta... a cámara lenta...
como navegando en el humo espeso de una chimenea.

Empaparme bajo el manto fresco de nuestra cascada
oculta entre peñas, poco a poco mojando mi pelo
mientras él se ríe observando la blusa pegada a mi senos.
A cámara lenta...a cámara lenta...
como el vago adagio de una mala orquesta.

Tumbarme en la yerba bajo las estrellas contemplando
a Venus, en la noche más larga que guardo recuerdo
sintiendo el latir de su hombría muy cerca del cuerpo,
latente la luna, la pasión paciente guardando silencio. 
A cámara lenta...a cámara lenta
como desnudando los brazos inertes de una muñeca.

La voz de mi padre entona unos versos, sus dedos 
tocan las teclas amarillentas del piano ya viejo; 
mi madre susurra oraciones antiguas, monótonos rezos, 
me quedo dormida envuelta en dulces ensueños.
A cámara lenta...a cámara lenta...
¡Dios!, ¿por qué el tiempo no para cuando lo queremos? 

Una y otra vez escucho el coro de frailes en el monasterio
cantando la Salve a la Virgen, ¡místico misterio!, las notas del órgano
llegan hasta lo más alto del alto crucero, llenando la nave, 
sus voces parecen ecos perecederos, no quiero que cesen,
me llevan muy lejos, llegan tan adentro...
A cámara lenta, sí, y rebobinando, que ansío de nuevo
vivir dulcemente tan bellos momentos. 

¡Ah!, si pudiera ralentizarlos, pararlos para siempre,
descansar ingrávidamente en su eterno consuelo...


2 comentarios:

Edelia's Club dijo...

¡Oh,qué alegría encontrarte de nuevo!
Apareces de tarde en tarde,pero vienes cargada de cosas hermosas que me enriquecen cuando las leo.
Ojalá aprendiera a vivir "a cámara lenta" las cosas bonitas que la vida ofrece. Esas cosas bonitas que un día son pero pasan, se alejan y,a veces, nunca más vuelven.
Te deseo en estos días navideños y siempre que seas acompañada por tus seres queridos y una inmensa PAZ llene tu vida.
Un abrazo,amiga.

Clarissa Rodriguez dijo...

Si, qué alegría encontrar tus versos tan preciosos.
Retener el tiempo, relentarlo, aprisionarlo...

Vivir intensamente y con pasión, el misterioso regalo de la vida... con la bendición de Dios.

Que estos días navideños estén llenos de momentos felices junto a los que tanto amas.
Un abrazo grande, querida amiga